De la deconstrucción al orden de La Casa Dormida, libro de artista.

El 9 de diciembre del 2014, presenté en la librería El Buscón del Trasnocho Cultural (Caracas), mi libro de artista La Casa Dormida. El diálogo de varios amigos creadores con los dibujos que hice a lo largo de 3 años, se desplegó en un libro hecho a mano que tuvo su origen en una libreta Moleskine. Una vez que dibujé en casi todas sus páginas, la libreta fue desarmada minuciosamente para digitalizar cada uno de los dibujos. 
Enrique López Pacheco, artista visual mexicano, me envió por correo los acetatos que intervino con su poética visual, para que al colocarlos sobre mis páginas, establecieran una correspondencia. Es curioso que para construir un libro se tuviera que desarmar otro. Pero en la desmembración no hubo duelo, ni pérdida. Toda la digitalización, diseño y diagramación la hizo Ricardo Cie, y su astucia fue tomar la decisión de mostrar las rasgaduras y el descosido de cada página de aquel libro desunido. Por eso no hubo nostalgia ni se intentó imitar rigurosamente las cualidades inherentes a la Moleskine, y en esto ayudó la costura a mano de Adriana Fernándes. 
Sólo algunos dibujos fueron enviados a otros creadores quienes generosamente le dieron voz escrita. Ellos fueron María Virginia Jaua, Nathalie Jaspar, Ireri de la Peña, José Urriola, Ricardo Cie, Jennifer Musi, María Tabares, Catalina Holguín y Anabel Vanoni. 
La Casa Dormida sólo tendrá 100 ejemplares. Los primeros 10 libros incluyeron un dibujo original de mi autoría. 






























Fotos: Adriana Fernándes y Verónica Petersen

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